Hablar solo. Aquello que en la calle se ve en ancianos y fumetas variados, y que se relaciona con personajes fuera de sus cabales.
Pero, ¿que seria de los cocineros si no hablasemos solos? Recuerdo aquellos servicios con una total falta de personal en los que solo habia uno para pasar calientes, frios, sushis, panes, postres y comandas. Si en esos momentos no nos hubieramos dedicado a hablar solos, si no nos hubieramos autocantado las comandas, corrido de una parte a otra de la cocina despotricando solos y lloriqueando cual caja de pollos... Nos habriamos pegado un tiro. Y es que en momentos de estres extremo o "estresemo", lo cual no tiene ningun sentido, pero me apetecia inventarme la palabra, lo mejor es que hables solo. ¿Quien va a entenderte mejor que tu? Pues quien te oiga. Porque detras de cada pared, siempre hay alguien, y ese alguien dira una payasada que hara que el cabreo disfrazado en broma, no termine en sacar un bazoca y erradicar a los clientes del lugar en cuestion. Asi es amigos. Hablad solos... Contaos vuestro dia, las cosas que teneis que hacer, los planes de futuro, recuerdos del pasado... Lo que sea, ¡pero hablad solos! Pronto vendran a recogeros señores con bata blanca y os llevaran a un sitio lleno de arcoiris y unicornios que pastan en praderas del señor en las que no hay que temer, o algo asi.
Y todo esto no viene por casualidad, sino porque esta mañana me han fundido tanto los plomos, que me he pasado diez minutos despotricando sola por los pasillos de las camaras, mientras cientos de patas de lacon me golpeaban por todas partes. Y es que hoy era dia de brunch. Y ya sabemos lo que eso significa. Veinte personas desbordadas por las circunstancias corriendo de un lado a otro con huesitos de chocolate en un carrillo de la boca, moras rojas en el otro, y maltesers deshechos en los bolsillos.
"¿Que ensaladas tenemos hoy?" "Fues la fai, fon finafreta fe fefamo, fimienta malafeta de Frasil y leche cruda de coco. ¿O eso era el queso curado?"
En la ultima frase has conseguido tragar la loncha de lacon iberico con pimenton de la vera, pero antes has aprovechado para aderezar la cremita de roquefor y coliflor con un toque "propio".
Esto es un poco exagerado, claro, pero es que en los domingos de brunch, sabes como entras, pero no sabes como saldras. Mucha gente se ha demenciado en el servicio y jamas la hemos recuperado. El caso mas fulgurante soy yo, que me perdi hace cuatro semanas, y no ha habido manera de encontrarme. Pero me gusta tanto hablarle a una pared... "Muy buenas tardes. Señora, si tiene alguna duda, no dude en pedirme asesoramiento" Cri cri... "¿Señora? ¿Continua usted respirando?"
...
¡A quien podria desagradarle un domingo de brunch! Que te pidan socorro en el pase, y te encuentres con VEINTICINCO comandas marchadas, no tiene precio :) Por esos momentos me hice cocinera, seguro :)
domingo, 18 de noviembre de 2012
Diana, ¿por que hablas sola?
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