viernes, 11 de enero de 2013

Makro

Ayer hice mi primera visita a Makro como tal.
Como sabéis los que habéis seguido ligeramente la trayectoria de Dianos, aparte del blog, aparte de ser cocinera profesional y titulada en restaurantes, soy la responsable del catering Dianos, que quedó un poco en standby cuando dejé Bilbao. Allí colaboraba con la escuela de cine Kinema, ya que, cuando los alumnos iban de un lado a otro haciendo cortos, yo preparaba los caterings para llevarlos allá donde fueran.
En aquel entonces, conocí un lugar que me brindó la oportunidad de recortar precios: Bilbocash, una especie de Makro, para gente que no puede conseguir el carnet de socio.
Gracias a un par de llamadas, y tras una reunión del viejo equipo Dianero, conseguimos entrar en Makro con posibilidad de comprar, que no es moco de pavo.
La verdad es que me sorprende que no haya manera de conseguir un carnet, y luego lo tenga todo el mundo...
Este es un reportaje para todos aquellos frustrados que, como yo hasta ayer, nos hemos quedado a las puertas de Makro, sin saber qué había al otro lado.
Debo decir que no me sorprendió mucho ya que, como digo, no dista mucho de Bilbocash.

A lo largo de nuestro viaje por estanterías repletas de cosas que me recordaban a una mezcla entre el almacén de Ramses a lo grande (era como ver el almacén de un proveedor como Becar) y un Bilbocash descomunal, pudimos ver cosas realmente interesantes, de cara a un negocio, claro.

De cara a la coctelería, zumos de lima y limón, a la pastelería, todas las marcas posibles de huevo pasteurizado, de todos los tamaños y colores...

En cuanto a frutajes y demás parafernalia, desde tamarindos, hasta frutas del dragón, pasando por physalis (tanto buscarlo todo por todos lados...), sakura mix, kumquats... De todo tipo de frutas verduriles que eran raras y poco a poco han dejado de serlo, vamos.

Husmeando entre carnes de todos los pelajes (solomillos vacunos más grandes que yo, tanto congelados como frescos, y todo tipo de partes de los animalicos), nos dimos de bruces con nuestros queridos Cascajares, con una hermosa selección de productos suyos, también de todos los tamaños y colores.

Por último, aunque ya lo he hecho en facebook, me gustaría resaltar que encontré esos maravillosos fideos chinos instantáneos que vienen con la salsita liofilizada ya incorporada y todo, que tan súmamente feliz me hicieron en Bilbao y parte de Madrid.

En fin, como habéis podido leer, básicamente se pueden encontrar palés y palés de prácticamente cualquier cosa, desde aceitunas tamaño cabeza, hasta minibotellas de mosto, pasando por sopletes, marmitas en las que entran dos personas, archivadores, manteles e incluso ropa de cocina y sala (a precios desorbitados que no comprendí, por cierto). Todo con el precio sin IVA (para que los empresarios hagan más fácilmente cualquiera que sean las cuentas).

Total, que, si tuviera un carnet, sería estupendo, pero como no lo tengo, felicito a los que lo tienen, que pueden disfrutar de estos privilegios jajaja...








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