domingo, 24 de junio de 2012

Croquetas que se autoempanan con nitrógeno líquido

 
Aqui tenemos el resultado del equipazo (de I+D, claro) que tenemos en Ramses.
Hace poco más de un mes nos informaban de un cambio drástico en el restaurante al que había dedicado ya 7 meses, y es que el estrella michelin valenciano Ricard Camarena iba a ser nuestro nuevo chef ejecutivo, trayendo consigo a parte de su equipo.
Este vídeo tengo que agradecérselo a mi buen compañero y espero que amigo Marcos Simó que, si no es ya grande, llegará a serlo muy pronto.

Todo ha empezado un poco de aquella manera esta mañana. Con las nuevas fuerzas que me aporta estar de nuevo tan de lleno en Diano's Cook, mi proyecto personal, intento tomarme las cosas de una manera más tranquila y pausada, sonriendo a cada momento que puedo. Pero hoy ha sido un poco dificil. 

Ya sabéis que soy jefa de partida de pastelería, y que tuve problemas con la sorbetera nuevecita que me trajeron hace un mes, porque era muy txiki, y como que tenía que estar toda la mañana para pasar el equivalente a dos quenelles de helado. Pero ahi está el "mejor malo conocido que bueno por conocer", ya que me han traído otra que escupe helado hasta por el motor. Si no tenía ya suficientes problemas con las diversas gomas de las que se compone, la muy zorra llega hoy y escupe su puerta, y con ella el muelle, que se perdió por el camino.
Dos chaquetillas chocolateadas, un taburete para llegar hasta ella, y muchíiiisima paciencia (ah, y dos horas) después, he conseguido pasar los helados y, por supuesto, NO encontrar el PUTO muelle. 

Después de ese ataque de caspa, mis preciosos camareros me avisan de que "falta alguna cosa" en la barra de brunch, y cuando salgo no quedan más que pelusas en los platos... Arriba y abajo por el veloz ascensor que tenemos (ja, ja, ja) con naranjas, fresas, piñas, melones, sandías... Parecía el marcado, ¡¡oiga!!
Un cliente inglés que me resopla al oído y me pregunta por el baño, a pocos instantes de mearme encima, los compañeros despollados mientras hacía de cocinera, camarera y office, y un cliente que aguanta parado al lado de la barra durante ¡media hora! esperando su yogur. Pero todo muy bien...

Tras toda esa locura, un poco de relax cuando viene mi jefe de cocina a comer y descubro que el arcón congelador está absolutamente lleno de mierrrda y hielo, y mis helados, que tanto sudor y sangre me han costado hoy, completamente apurelados, que parecía aquello caca de bebe descompuesto (salvo en el olor, claro)...
Salvada aquella situación, olla de agua hirviente dentro del congelador para hacer una "descongelación express", ¿cómo no vamos a empanar croquetas en nitrógeno líquido? Lo raro es que no hayamos llenado el congelador de agua y hielo y nos hayamos tirado de cabeza... 

Chavales, muchísimas gracias por un servicio tan súmamente excitante. Por días como hoy es por lo que merece la pena seguir adelante.
Marcos... Te adoro, y te nombro mi sous-chef oficial :)

¡¡¡Y ahora, ved el resultado del experimento!!!
 


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