viernes, 22 de abril de 2016

Los jefes y la cebra

Pues alli estaba yo, una entrenadora pokemon de camareros que entraba a las 12. Y que veo cuando miro en el horario? que mi pokemon se ha vuelto a quedar sobado y no ha aparecido a abrir el restaurante. Pero como podia saber que tenia que enseniarle tambien a poner el despertador por las manianas? Jesus que estres, esta en el segundo strike y tiene tres. Lo peor es que si se va a la calle yo me quedo sin mi bonus de entrenador pokemon. Proxima vez, regalo de bienvenida a la empresa, un despertador con martillo incorporado. Caca.

En cualquier caso, alli estaba yo, llegando a un restaurante vacio (a parte de ocho managers generales de restaurantes de la comunidad y su jefa respectiva (la jefaza)). Menudo dia para ponerme los calcetines de cebra, el piercing de la nariz y los pendientes mas tochos de mi joyero. Tuve que entrar por la puerta de lado.

Pues ahi que me tuve que quitar todo y quedarme como dios me trajo al mundo pero con camisa de cuadros y calcetines de cebra.

El unico dia del mes que no habia ni dios en el restaurante, vete y ponte a buscar que hacer durante cuatro horas que estuvieron ahi. Mis tres jefes, el jefe de mi churri, jefes de los churris de otros y churris de los jefes de otros. Mh? Bueno, lo que sea.

Total que podia ver mi reflejo hasta en el parquet, de brillante que estaba dejando todo. Y mira que yo soy de las que busca trabajo que hacer debajo de las piedras, pero hay un momento en que ya no hay piedras, estan tan limpias que estan transparentes.

Anyway, una de las managers tuvo el detalle de venir a presenciar mi momento mas bajo cuando ocurrio esto:

- Hola, que tal, como puedo ayudarte?
- Pues vengo a encontrarme con un amigo
- (me doy la vuelta hacia el comedor mientras digo) pues de momento no hay nadie esperando... Si quieres puedes....

Y asi me quede, esperando a decirle que podia sentarse a esperar a su amigo, porque el notas se dio la vuelta sin decir ni mu y se fue, dejandome con todas las palabras en la boca. Nunca volvio... Creo que se fue a la guerra con Mambru. Pobre hombre. Nadie vino a buscarle....

La verdad es que la historieta cubrio una buena hora de risas, pero aun asi mire al reloj y aun eran las 12.05. Jesucristo, que alguien me salve.

Tras todo esta vegetacion horripileira, llegamos a las 16.45 (no se como) y mesa tras mesa (tres xD) se va "llenando el restaurante" (madre mia, nos veo cerrando maniana). Total, que mi manager Juan ya me habia chorizado mis mesas (trabajamos con huellas dactilares en caja, asi que el puso las mesas en su dedo) y decidio darse por vencido ante mis llantos para quedarme porque se olio que ibamos a llenarnos. Ahi nos quedamos los dos con cinco mesas, el sentado y yo apoyada en el bar bebiendo agua cual camello y trazando planes maquiabelicos. Meh, ni tan mal.
 Y en un par de dias ahi me teneis, yendome a Strartford, al cumpleanios de un tal Shakespeare al que parece ser que Elizabeth 2 (ni idea) asistira. Ya veras que risas...



























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