jueves, 21 de junio de 2012

Clase de Macarons con Justo Almendrote

En plena explicación
Hace no mucho, de estos tres minutos libres que tengo al dia y que aproveché para conectarme a mi querido y añorado facebook de empresa, vi una foto que anunciaba unos cursos de mi buen amigo y profesor Justo Almendrote. Por supuesto, no podía perder la oportunidad de asistir a ninguno de los tres, asi que hablé con mi jefe de Ramses, y le dije con un bazoca en la mano que me dejase salir antes y llegar tarde uno de los días, porque de lo contrario no podría asistir. 
Asi pues, con todo ésto de la carta nueva, de no librar en 15 días y de la dichosa astenia primaveral (ahora los mareos, no ver, las taquicardias y tener sueño permanentemente sin saber que concho haces, se denomina comunmente asi), me convertí en un zombie que vagaba por Madrid sin saber ni cómo se llamaba. Pero lo importante del caso es que al curso "Pastelería sin azúcar", que tanto me interesaba, no pude ir, porque pasé dos días en la cama debatiéndome entre despertarme o no hacerlo.
Esta semana, aprovechando las fuerzas de flaqueza (y digo bien, trastoco el dicho para haceros ver que, hablando de ver, a mi de perfil ya es dificil verme...) he conseguido ir al de Macarons, que eran una cuenta pendiente desde que (y si me lee alguna de estas personas, asentirá con la cabeza) aprendiera en la escuela a hacerlos... Con un recipiente más grande que yo, aquellas tardes de verano en Bilbao, rodillas en el suelo y una espumadera gigante castigando la masa como si no hubiese mañana. 
Total, que yo más animada que unas pascuas (¿eso tiene sentido?), al final del curso le digo un "hasta la semana que viene" a mi querido Justo, y el "notas" (jaja) me dice que el curso no es la semana que viene sino el 4 de Julio, cuando, por cierto, estaré de vacaciones, tirada en mi confortable cama y con un tío musculado y buenorro abanicándome con un... Abanico, supongo. Vamos, que coronación absoluta, que de tres cursos pueda ir a uno... 
Pero aparte de la parte (cuántas partes) profesional que implicó, bastante importante, aprendí más cosas, como a desenvolverme en un ambiente desconocido y extensísimo, como es el obrador de la Asociación de Pasteleros de Madrid, en la que se dió el curso, y a no esconder la cabeza cual avestruz cuando me ponen en un grupo de gente que lleva enecientos años dedicándose a esto y que al sacar su rabo, me mea encima (hablando asi... como a mi me gusta jajaja), aparte de no conocer a absolutamente a nadie aparte del profesor, y de ser la más chiqui del curso, para variar...
Aerógrafo, Diana. Diana, aerógrafo (por fin)
Vamos a lo importante. Ahora, que está tan de moda el temario éste de los macarons, que siempre me han parecido la antipastelería y los siento como una lija en mi garganta (gloriosa excepción los de chocolate con ganache de foie de mi querido chef Valero Alises), decidí abrir la mente y quitarme aquella imagen de la espumadera de la cabeza y, aunque no lo he conseguido, al menos les he perdido el miedo aunque sea un poquito.
Ahora bien, que los benditos sandwiches de almendra se las traen... Porque si no los mezclas bien te salen rajas, si no los horneas bien les salen rajas, si no tienes un horno salva con cincuenta salidas de calor y trescientos modos de tiro (como por ejemplo abierto, y cerrado [y ya, jaja]), les salen rajas... Total, que un mundo apasionante y sobre todo, muy fácil.
Antes de culminar este fantabuloso post de vuelta, quiero agradecerle, por supuesto, a Justo la oportunidad de haber podido asistir a uno de sus cursos. Aunque hablo en clave de humor para hacerlo más ameno, este curso me ha dado mucha más vida de la que él o cualquier otra persona pueda imaginar. He aprendido, y la experiencia de estar junto a él y conocerle ha sido genial... El día que me anime a hacer macarons en casa, o en Ramses si cuela, le dedicaré uno bien bonito :)
A todo esto, que os parecerá un mundo muy motivante y maravilloso, os estaréis preguntando qué ostias hago yo posteando a estas alturas cuando ya me dabais por muerta. NO estoy muerta, puede que este curso me haya abierto, no solo las alas, sino los ojos, y puede que en una temporada bien larga (quizá indefinida, y es casi seguro), no os libréis de mi.
Amigos y compañeros... Diano's Cook vuelve, por fin, de entre las cenizas, para quedarse por aqui. Queda mucho que postear, mucho que contaros, y mucho por leer y aprender. ¿Estais conmigo... otra vez?



La foto con la que culminó el curso. Maestro y alumna :)

2 comentarios:

  1. Bueno bueno...dianos cook vuelve pisando fuerte!y dispuestisimo a seguirte...si sigues.con vida jajajaja k con el ritmo k llevas ..... Jajajaja un beso AIDA!! .......firmado LUCIANO

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  2. Luciano, muchísimas gracias por estar ahí detrás desde que te enteraste de mi proyecto, y muchísimas gracias por seguir ahora que lo retomamos. Un beso muy grande y ya sabes, si te animas a colaborar en alguna cosilla que vayamos sacando, eres bienvenido. Un beso muy fuerte :)

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