martes, 14 de mayo de 2013

Alcoholes. (I) DESTILADOS

Para aquellos que utilizamos el alcohol como condimento mal llamado, es decir, para darle o "perturbarle" un poco el sabor a algunos platos, lo primero que conviene saber sobre él, es que su punto de ebullición es más bajo que el del agua: sobre los 80º. Así pues, en una mezcla de ambas sustancias, llevada a ebullición, se evaporaría más alcohol que agua, por ser su punto inferior.

Aparte del poder de "emborracharnos", los destilados tienen un intenso aroma (volatil) y sabor. De hecho, están entre los alimentos de sabor más intenso.

El alcohol es tóxico para todos los seres vivos; entre otros, las levaduras que lo producen, que tan solo toleran un 20% antes de tener un "coma etílico". Así que ahora os preguntaréis cómo se hacen todas esas bebidas que tienen más de un 20%, como las que se usan en coctelería. No hay otra que concentrar el alcohol de los líquidos fermentados, de ahí surgió la destilación.

Y os preguntaréis ahora qué pelotillas es la destilación. Según la RAE, no es nada más complicado que "Separar por medio del calor, en alambiques u otros vasos, una sustancia volátil de otras más fijas, enfriando luego su vapor para reducirla nuevamente a líquido."

Tras ponerme una bata de catedrática sexy del alcohol y acercarme al pizarrín, vamos a hablar un poco de la historia de la destilación.
Su origen, por lo visto, es un poco incierto. La clave pudo estar en la observación de dos fenómenos: vapores recuperables cuando se enfrían y vapores de bebidas fermentadas con más alcohol que en líquido.

En la historia de las bebidas destiladas, los siglos clave fueron el X y el XIII, entre los cuales pasó de ser algo degustado por algunos afortunados, a ser comercial.
Se sitúa su origen en Mesopotamia (donde calentaban aceites esenciales de plantas en vasijas tapadas) o China (destilaban con grano). Aristóteles también mienta un proceso similar "Cuando el agua de mar se hace vapor se vuelve potable, y cuando vuelve a ser líquido, ya no es agua de mar"

En el siglo XII, en Italia, se producían grandes cantidades de alcohol, usadas como medicamentos.

Fue en el siglo XIV cuando Arnau de Vilanova bautizó al principio activo del vino "Aqua vitae". De ahí viene el nombre de whisky (significa éso en ingles), por ejemplo.
A estas alturas, un par de siglos más tarde, apareció el primer libro dedicado a la destilación, de un señor con un nombre raro y largo (jaja) que decía que los destilados hacían lo espiritual más ligero. Y esa frase ha llegado hasta nuestros días bautizando esta clase de bebidas como "espirituosas"

Pero, como hemos dicho en un punto anterior, el alcohol primero fue una medicina. ¿Qué pasó entre medias? Se calcula que en el siglo XV dejó de ser un mero estimulante de la circulación (por éso los accidentes son más graves si vas pedete, sangras más cantidad y más rápido), para convertirse en una droga. Y se habla de este siglo por haber aparecido en esa época la primera ley contra la embriaguez en público, alemana.
Por aquel entonces hacían sus pinitos en Armagnac, con un brandy que resistiese el deterioro (y sí, se llamó Armagnac xD)

Para hablar de ginebra nos situamos ya un siglo más tarde, en Holanda. Con preparación similar al whisky, pero con centeno, se usaba también como medicamento, y le añadían el enebro para darle sabor y potenciar el efecto diurético.
El ron fue más tardón (con pareado y todo), y sería otro siglo más tarde cuando comenzó su elaboración a partir de melaza.

De ahí, como en todo, una vez que supieron fabricarlo básicamente, empezaron a mejorarlo, hasta llegar a la doble destilación. Así conseguían alcoholes de mayor pureza, lo que conllevó mayor disponibilidad y potabilidad, y finalmente la adicción como grave problema ciudad(i)ano(s) para "quitar las penas".

Aquí acaba la exposición por hoy, ¡pero solo es una leve introducción! pronto aprenderemos más y, sobre todo más profundamente, adentrados bien adentro (valga la "rebuznancia") en el mundo alcoholímetro.

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