viernes, 31 de mayo de 2013

Alexandre Galvañ, Quesada, Cocinero, Alicante


Hoy presentamos a mi querido colega culinario Alexandre. 
Y la historia de cómo nos conocimos es rara, pero moderna. Y digo moderna porque solo hoy en día podría haberse dado así.
El 4 Junio 2009 se dio en el restaurante Akebaso, de Atxondo, Vizcaya, la final del concurso de cocina saludable que organizaba Electrolux. El destino, o nuestras artes culinarias, llámalo ekis, quiso que Alex y yo coincidiésemos allí.
Pasada la experiencia, mirando artículos del concurso, aparecieron los nombres de todos nosotros, y le agregué a Facebook para compartir con él las fotos y el vídeo que ronda internet y que me deja a la altura de un flan. Y desde ahí compartimos mucho más: vivencias culinarias, recetas y experiencias, pese a que nos separe media España de distancia. ¿Y en el tema del blog? Es un verdadero apoyo.

Así que, ¿cómo no me iba a hacer ilusión que aparezca?  Os le presento: Desde Alicante, Alexandre Galvañ.

“Todo comenzó en 2006, cuando cumplí los 18.
Me había dedicado toda mi vida hacer el vago en clase, ¡no tenía remedio!. En primero de bachiller me tocó repetir, y tras quedarme siete asignaturas de nuevo, la directora me llamó para hablar con ella y la psicóloga.
Estuvimos alrededor de una hora charlando sobre mi futuro (me veía trabajando en cualquier lado, haciendo cualquier cosa que no me interesaba y muerto del asco…), sin sacar punta al lápiz...
Pero finalmente me preguntó la psicóloga: “¿qué te gusta hacer en tu tiempo libre?”, “Pues… Me gusta cocinar...”. Con esa respuesta, a los asistentes al conclave se les iluminó la cara: fue entonces cuando me prepusieron meterme en la escuela de cocina de Santa Pola.

Era septiembre y, aunque no quedaban plazas, por enchufe de la directora (clienta de la frutería de mis padres) me pude meter en el ciclo formativo de grado medio de cocina.  Fueron los dos años más maravillosos de mi vida, por fin estaba haciendo algo que me complacía, me gustaba estudiar cocina. Además coincidió con mi 18 cumpleaños: carnet y coche. Parecía que la vida ahora me daba otra oportunidad.

El verano de 2007 seleccionaron a los dos mejores estudiantes de cocina para trabajar en un hotel cuatro estrellas superior en Barcelona, y uno de ellos fui yo. Allí aprendí mucho; un tipo de cocina totalmente diferente a lo que estaba acostumbrado.
Pero el estrés en cocina, la mala leche de mis jefes y el mal rollito entre compañeros, no incitaba a un ambiente demasiado agradable.

En abril de 2008 hicimos un viaje a Sicilia, donde aprendi cocina italiana. Fue una experiencia muy gratificante: salir de tu país, explorar nuevos territorios, y lo más importante: aprender otra gastronomía y costumbres diferentes a las tuyas. Volvería hacer este viaje una y mil veces.
Al regresar, comenzaron las prácticas. Me llevaron a un reputado restaurante en Elche, donde conseguí hacerme jefe de partida de pescados en cuestión de semanas. Me sentía cada vez mejor, me daba cuenta de que se me daba bien la cocina, trabajaba mucho y curraba como nadie. La gente me cogía mucho cariño y cada vez quería más, tenía ganas de saber más.

En verano se me cruzaron los cables y, con mi afán de aprender y progresar en cocina, decidí ir a unos de los mejores puntos de la gastronomía española: el País Vasco.
En una semana me busqué una academia de cocina, un pisito compartido y decidí, con mis ahorros, partir a Bilbao un 30 de Agosto.
Ese año fue inolvidable, ya que cambiaron muchas cosas en mi vida. 
En septiembre comencé las clases de cocina, más centradas en cocina tradicional vasca.
Además de aprender a cocinar, aprendía a comer bien y a educar mi paladar, hice algo de deporte y bajé 30kg. Ahora si que me sentía bien y con ganas de seguir adelante.

En mayo, la profesora nos propuso presentarnos a un concurso de cocina saludable en el que debíamos presentar un plato fácil, económico, llamativo y saludable.
Acabé llegando a la final gracias a una Purrusalda, típica de allí, pero en copa y desestructurada. No gané, pero me llevé una experiencia muy enriquecedora donde conocí además a una niña tímida que comenzaba en cocina, nuestra Diana.
A las dos semanas del concurso terminé mi estancia en Bilbao.

Me marché a Murcia durante dos años, donde quise aprender la parte que más me gusta de la cocina: la pastelería. Me matriculé en el curso de grado de medio de pastelería, confitería y panadería.
Las cosas no podían ir mejor: cada vez aprendía más y me interesaba más este mundillo de la hosteleria. Por mi buen saber hacer me proporcionaron una beca para ir a Nancy, (Francia) y trabajar en la pâtisserie Musquar.
Me quedé asombrado: jamás había visto una pastelería de esa envergadura. Era como una joyería: todos los dulces perfectamente confeccionados, expuestos en vitrinas de cristal como si fueran zafiros o rubíes.
Los comercios pasteleros son allí otro mundo a parte: se juega con los colores, las formas, el volumen… Porque primero compramos y comemos por la vista, y con eso los franceses nos llevan mucha ventaja.
Allí aprendí las técnicas básicas que ellos emplean y afiné mi punto pastelero.

Al terminar el curso vinieron las prácticas con el campeón de España de pastelería 2011: Juan Antonio Serrano. Congeniamos muy bien: veía que yo ponía interés, y se preocupaba por enseñarme, e incluso hacíamos demostraciones para los pasteleros murcianos.
En verano me envió a con el subcampeón de la World Chocolate Master. Allí aprendí todo lo relacionado con el chocolate. 

Estuve cinco duros meses trabajando horas y horas, hasta que al final ya volví a casa por navidad como el turrón. Encontré trabajo en un restaurante y me ocupé de dirigir la cocina.
Al diciembre siguiente lo dejé para estudiar para selectividad, prueba que superé, y que me dio acceso a mi próximo reto: “Organización de eventos y protocolo”, siempre relacionado a la cocina, claro.

Esto ha sido una pequeña recopilación de lo que han sido mis años estudiando cocina. Me han faltado todavía por poner varios trabajos en otros hoteles y restaurante, he puesto lo básico para no aburrir al personal. Espero que lo leáis y que os haya gustado. Un saludo para todos.
P.D: ¡¡Estoy buscando curro!! Si alguien sabe algo que me avise. XD”

Aquí tenemos una historia de afán de superación, de ansia de conocimientos… ¡Me entran ganas de volver a estudiar! Y de hecho, me gusta especialmente porque el principio se parece un poquito a mi historia…

3 comentarios:

  1. Bonita historia, ¡muy bonita! y que demuestra lo importante que puede llegar a ser encontrar lo que nos gusta y lo que podemos llegar a crecer

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  2. ^-^ Sí que lo es, ¡a mi me encanta!

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  3. Bueno, ahi va mi humilde comentario : Brutal, me ha parecido BRUTAL. Tus ganas de aprender, de mejorar de superarte. que voy a decir que no hayan dicho o pensado los demas. Bueno, iré a lo practico: NENE TU VALES MUCHO!!!!
    Un saludo
    Concepció

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