Y ayer, intentando hacer la merienda; un bizcocho de fresa con perlas de chocolate... Pues me salió una bazofia, porque eché poquísima harina (ya sabeis que ni a punta de pistola hago recetas con cantidades a rajatabla...).
Como salió una especie de esponja deforme apoveché para, en caliente, bolearlas (quemadura al canto en la mano, que hoy he mejorado hasta que ahora tengo dos manos izquierdas, la primera y la que se me ha despegado de la primera en forma de piel xD). Y cuando pegué un mordisquillo a una, me percaté de que por dentro eran rosadas y por fuera marrones, como cuando solo has dado un levísimo toque de calor a las famosas bolas de carne, por fuera están carbónicas, y por dentro rosas. Y me hizo pensar. Ya sabía cual sería el próximo plato, ahora solo tenía que pensar los ingredientes que falsearían los que llevan las albóndigas.
Esta mañana temprano ya tenía en mente qué quería... Me ha fastidiado un poco que Rosa no tenía mangostanes, que iban a ser la cebolla, pero en seguida lo he cambiado por manzana rallada y ha quedado estupendo. Fijaos que maridaje de frutas, casi una macedonia, de todo menos no sano: ciruela, manzana, fresa y mandarina... Riquísimo, ya os lo digo...
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