Os presento el primer plato del menú degustación!!!
El otro día me pasé por la frutería de mi buena amiga Rosa para comprar todas las cosas rosadas que encontrase a mi paso para conseguir ganar el reto que un colega culinario me había planteado, y de repente vi unos cucos pimientitos naranjas en el escaparate. No lo dudé; “dame tres”. Los había visto hasta la saciedad rojos y verdes, incluso amarillos, ¿pero naranjas? Incluso negros, el día que mi amigo Mikel los chamuscó en la escuela. Pero no sabía que existía esta variedad, y con lo que me gusta a mi ese color… oh sisi era de compra obligada.
Se me ocurrió que, por tocar las narices a mi compañero de piso, que odia el pimiento, podía rellenar los pimientitos con pimiento verde medio podrido que tenía en el frigo, por aquello de poder decir pimiento relleno de pimiento… Ya lo haré, pero en esta ocasión no quería ser tan cruel. Lo que si me ha molado es la historia de rellenarlo con naranja, y no me he equivocado, estaba buenísimo!!! Pero ya sabéis, a mi me ponéis un tropezón con naranja al lado y me lo como con los ojos cerrados (no xD)
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