Aquí ha entrado en juego mi pinche de frituras, Aaron. Hay que decir que durante todo el proceso culinario los chavales me han ayudado, eh, y se han empleado a fondo, con sus curiosas formas de hacer las cosas, que supongo que son las que yo tenía al empezar, pero el caso es que lo han hecho.
De hacer el postre, me habían sobrado un par de pares (xD) de claras, así que he decidido rebozar la panga en eso para no gastar más huevos y acabar todos como ballenatos. Así que he puesto a Maider a batirlo y la mujer se ha afanado tanto que cuando la he mirado los tenía casi a punto de nieve, lo cual me ha dado la idea de acabar de hacerlos nieve para que el reboce fuese mucho más ligero y esponjoso.
El pan de cerezas hay que decir que fue todo un reto porque nunca he hecho pan, pero la visita a Bizkarra me hizo pensar que era fácil hacerlo, y como, si no lo intento, jamás aprenderé, ahí que me puse. Todo fue sobre ruedas: lo metí en mi estufa rápida (el horno a 60º XD) una vez añadidas las cerezas secas, hasta que parecía eso un monstruo esponjoso, lo amasé y boleé de nuevo, lo volví a dejar fermentar. Luego subí la temperatura del horno a 200º y metí un molde todo chuchurrío que tenía por la cocina, que ya ni tenía teflón, y ahora es naranja óxido… con un poco de agua para aportarle humedad al ambiente hornil. Y vaya si lo hizo, porque recuerdo haber abierto tres veces el horno y me quemé la cara y el brazo las tres (no aprendo, está claro XD)
Con unas cerezas enteras que le compré a Rosa, que por cierto, estaban ya en las últimas, porque con tanto lío de extras, los caterings y preparar los viajes, al final no pude hacer más que una prueba (que salió bastante decente) pensé en hacer algo, y vaya si lo hice, las metí a macerar en una mezcla de ron y brandy con un poco de cobertura que me sobró del postre… Con el líquido empapé las rodajas de pan secorrio, y las cerezas por encima a modo de tosta-que-se-desintegra-mientras-intentas-comértela-pero-que-está-muy-buena.
... y así nos quedamos xD
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